jueves, abril 18, 2024
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La inseguridad de lo que dice una nota

Dos jóvenes fueron presentados en Chiche en vivo como “motochorros”. Relataron delitos y objetivos y a la salida fueron detenidos. Al declarar, dijeron que cobraron 300 pesos del programa para hacerse pasar por delincuentes. Chiche negó haber pagado.

Dos jóvenes fueron entrevistados por Chiche Gelblung el lunes por la noche, en la emisión de Chiche en vivo, por el canal C5N. Obviamente, no fueron entrevistados en su carácter de jóvenes sino de “motochorros”, tal como los presentó el conductor. La espectacularidad de la imagen distribuida esta vez quedó desbordada por la realidad. A la salida del programa un grupo de uniformados detuvo a los dos supuestos ladrones y a un supuesto contacto denominado por el programa como “operador” y los demoró en la comisaría 31ª para determinar si tenían causas pendientes. Al día siguiente fueron liberados. Una versión policial difundida por la agencia Télam fue más allá: sostuvo que al momento de la detención, productores del programa intentaron evitarla asegurando a los uniformados que se trataba de jóvenes a quienes habían pagado 300 pesos para hacerse pasar por los malos de la película. Ayer por la noche, al abrir su programa, el propio Chiche ratificó la información dada en la emisión anterior y negó haber desembolsado dinero para realizar la nota, aunque aceptó que los demorados declararon haber cobrado. La veracidad de la versión policial quedó momentáneamente incomprobable, tanto como la certeza de que los dos jóvenes fueran lo que en Chiche en vivo dijeron ser.

Los tres hombres se presentaron al programa de Gelblung del lunes por la noche. Uno de ellos, según aclaró ayer el propio conductor, hizo las veces de “operador”, una suerte de contacto a través del cual la producción pudo contactar a dos “motochorros” y llevarlos frente a cámaras. En realidad, de espaldas, con gorros y en las sombras para que no se los identificara. A tal punto no se los identificó que tampoco hubo modo durante el programa de confirmar que efectivamente se trataba de lo que decían ser. En pocas palabras, la veracidad de la versión de la inseguridad se sostuvo en lo que decían dos personajes en las sombras y en el crédito que pudiera tener el conductor.

Uno dijo llamarse Juan y el otro Francisco, el primero de 21 años y el segundo de 23. Durante la primera mitad del programa, los dos jóvenes describieron supuestos objetivos, presuntas modalidades y armas utilizadas. Juan dijo que apuntan a “motos grandes, autos de alta gama, billeteras y notebooks”, y Francisco aseguró que se fijan en “la apariencia, es como un instinto”, y dijo que le daba igual “hombres o mujeres, pero a gente mayor no le robo”. Mientras hablaban, en el zócalo del programa aparecían textos como “Confesión de motochorro” o “Me fijo en la apariencia de la gente para saber si tiene plata”.

La emisión tuvo lugar a las 22 del lunes desde la sede de Canal C5N, en Fitz Roy 1940, barrio de Palermo. A la salida del programa, los tres personajes, los presuntos Juan y Francisco y el supuesto “operador”, fueron detenidos por federales. Un llamado desde las jerarquías del Departamento Central de la Federal al juzgado de instrucción 36, subrogado por Guillermina Martínez, solicitó la intervención judicial y dio la orden del operativo. Según fuentes policiales citadas por Télam, en el momento de la detención en la puerta del canal, productores de “Chiche en vivo intentaron evitar que la policía se llevara a los hombres al asegurar que se trataba de jóvenes contratados por 300 pesos para exponer a manera de ‘personajes’ durante el programa”.

Por la tarde la producción del programa no dio señal de declaración alguna. Por la noche, apenas abrió el programa, el propio Chiche Gelblung ratificó la emisión anterior y defendió tres puntos como argumentación: “Nosotros no pagamos, no guionamos, y no alteramos lo dicho”. De ese modo salió al cruce de la versión policial señalada por Télam. Pero aceptó que los tres jóvenes declararon ante la policía que habían mentido para la televisión y que les habían pagado 300 pesos para que lo hicieran.

Durante el programa, uno de los dos entrevistados dijo no tener antecedentes y el otro haber estado preso cinco meses y medio por el robo de un auto y que tenía una causa pendiente. Lo único comprobable de todo el espectáculo es que tres personas quedaron demoradas hasta ayer por la mañana y luego fueron liberadas con un proceso que continúa en la Justicia.

 

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