viernes, marzo 29, 2024
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Las 8 causas que explican la crisis futbolística que atraviesa River

El 2018 será un año de alto vuelo para River. Tendrá todos los condimentos posibles, al menos cuatro competencias y muchos objetivos por delante. Pero ni el cuerpo técnico ni los jugadores todavía pueden enfocar su cabeza en el debut del 28 de febrero ante Flamengo en Río de Janeiro por la Copa Libertadores o en la Supercopa Argentina frente a Boca del 14 de marzo. ¿Por qué? Porque la crisis futbolística queda cada vez más expuesta.

Más allá que debido al turbulento cierre de 2017 el Millonario quedó mal parado en la Superliga, la irregularidad en el juego era una situación a pulir desde aquel 0-3 frente a Jorge Wilstermann en Bolivia que desnudó flaquezas de un equipo que hasta allí llevaba cuatro victorias en fila. A partir de ese golpe, comenzó a perder puntos y a mostrar falencias en el torneo local ante Argentinos Juniors (1-1), Tigre (1-1) y Atlético Tucumán (2-2), y luego todo terminó desmoronándose tras la caída frente a Lanús en las semifinales de la Copa Libertadores.

Sin poder dar un golpe de timón que lo ayude a recuperar el rumbo, River no consigue dos victorias en fila en la Superliga desde hace 147 días y de los últimos nueve partidos que jugó perdió siete: solo le ganó 2-0 a Unión y 2-0 a Olimpo. En tanto, si se suman los partidos de la Copa Argentina y Libertadores, desde la derrota con Talleres por 4-0, disputó 12 encuentros, con cuatro victorias y ocho caídas. Más allá de los números, en el campo de juego se reflejan las razones por las que el club de Núñez se ve inmerso en una crisis futbolística de la que necesita salir rápidamente para afrontar lo que se viene.

  • 1-Sin respuestas en el funcionamiento. Lejos está River de mostrar una versión consolidada en su juego, aunque la situación pueda estar amparada por el poco tiempo que lleva la competencia del año. Más allá de eso, la carencia en la creación y las pocas variantes en ofensiva son problemas con los que el Millonario convive desde el último semestre. Sin encontrar un esquema para solidificar (ha jugado 4-1-4-1, 4-2-3-1, 4-3-3 y ayer 4-4-2), de mitad de cancha para adelante no tiene explosión ni ingenio para quebrar líneas y tampoco aprovecha la subida de los laterales (parten muy rápido y se chocan con los volantes).
  • 2-Los problemas defensivos. Pese a que renovó la última línea en el inicio de 2018, la marca y el retroceso siguen siendo dos aspectos negativos para River. Ayer, ante Lanús, tanto Montiel como Saracchi quedaron muy expuestos con sus incursiones ofensivas y Acosta y Silva lastimaron por los costados. Quizás, y de a poco, Martínez Quarta vuelve a brindar solidez, pero Pinola todavía no termina de convencer. Cuando lo atacan, sufre.
  • 3-Sin Scocco no hay gol. En los tres primeros partidos del año, el Millonario marcó solo dos tantos en el 2-0 ante Olimpo y ambos llegaron gracias a la jerarquía de Ignacio Scocco, quien convirtió un gran tiro libre para abrir el partido y realizó una genial jugada individual para cerrarlo. Pero no hay muchas más variantes: los volantes pisan muy poco el área y tanto Borré como Pratto aún no están finos. En el segundo semestre de 2017, Scocco marcó 14 de los 46 goles (más del 30%).
  • 4-Excepto Ponzio y Scocco, los experimentados no brindan el plus necesario. En la noche del Sur, entre el poco fútbol que se vio, la actitud y la entrega de Ponzio terminó sobresaliendo del resto de los futbolistas millonarios. En el último tiempo, el volante central es, junto a Scocco, uno de los hombres de experiencia que mantiene una regularidad y muestra sus credenciales cuando el equipo lo necesita. Maidana (hoy suplente), Pinola, Enzo Pérez y Nacho Fernández, con diferentes matices, muestran demasiadas intermitencias.
  • 5-Las individualidades no emergen. Únicamente Scocco se destaca de forma individual en medio de la irregularidad. Después, ninguna figura aparece para romper el cero o cambiar el rumbo del partido: Pity Martínez atraviesa un momento con muchas imprecisiones, Enzo juega muy atrasado y no aporta desequilibrio, Nacho Fernández está muy bajo, Pratto aún no hace pie, y los jugadores que aparecen desde el banco aún no se afianzan (Quintero, Mora, Borré, De La Cruz -últimamente viene quedando afuera de las convocatorias-).
  • 6-Gallardo no se casa con nadie: las salidas de Pérez y Fernández marcan disconformidad. Pocas veces el técnico de River suele hacer cambios en el entretiempo, ya que no es una ecuación que lo seduzca demasiado. Pero ayer sorprendió en el Sur y realizó dos modificaciones: ingresaron Quintero y Mora por Pérez y Fernández, en una clara muestra de disconformidad por el rendimiento de ambos. Pese a su nivel actual, son dos jugadores muy apreciados por el cuerpo técnico.
  • 7-Los cambios aún no traen soluciones. En la caída 1-0 ante Huracán, Gallardo eligió poner a Pratto en lugar de Borré y a Mora en reemplazo de Pérez, pero las modificaciones no pudieron doblegar el juego. Frente a Olimpo, los ingresos de Quintero, Pratto y Mora ayudaron a tener la pelota, pero no a resolver las acciones. En tanto, ante Lanús, Quintero y Mora en el entretiempo mostraron un poco más de rebeldía, aunque no pudieron romper la monotonía.
  • 8-La adaptación de los refuerzos. El arquero Franco Armani, quien llegó desde Atlético Nacional de Colombia y fue titular en los últimos dos partidos, tuvo buenas intervenciones y demostró algo que no viene sucediendo con los últimos refuerzos: rápida adaptación. En la vereda de enfrente está el caso Pratto, a quien los primeros tres partidos -ayer debutó como titular- no le fueron fáciles. Con poco, Quintero mostró pinceladas de buen juego aunque aún no se define su lugar en el equipo. Pero más atrás en el tiempo, la adaptación también les ha costado a Pinola, Pérez, Borré y De La Cruz, entre otros.
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