miércoles, abril 24, 2024
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¿Por qué han durado tanto los incendios en Australia?

 

 

Videos con canguros huyendo de las llamas circulan por las redes sociales. Así también imágenes de los bomberos tratando de combatir las llamas o la célebre ópera de Sidney casi oculta, bajo una espesa capa de humo.

Desde hace semanas se escucha que los incendios de Australia no han podido ser apagados. Incendios que comenzaron en el noreste del país hace cinco meses, en el estado de Queensland para propagarse después por toda la costa oriental, en el estado de Nueva Gales del Sur para llegar hasta el sur, al estado de Victoria, afectando a ciudades como Brisbane, Sídney e incluso a Melbourne.

Se calcula que a la fecha 10 millones de hectáreas han sido destruidas, un área mayor que Portugal y a la fecha 28 personas han muerto, sin olvidar los daños para la fauna y flora de esta inmensa isla.

Las lluvias han empezado a caer en algunos lugares, pero no lo suficiente para apagar los múltiples incendios.
El estado de Nueva Gales del Sur es donde ahora se encuentra el mayor número de incendios aunque también se han propagado al estado vecino de Victoria, al sur de Australia.

En este sitio de internet se puede ver el estado actualizado de los múltiples incendios que aún tienen lugar en Australia.
Y si bien los incendios son recurrentes en este país, esta vez comenzaron dos meses más temprano, en septiembre, durante la primavera austral y han sido mucho más intensos que en años pasados.

Los incendios han destruido más de dos mil viviendas, entre ellas la de Gwenda y Keith Duncan, una pareja de sexagenarios que viven en un lugar apartado llamado Rainbow flat, a una hora de Port Macquarie, en Nueva Gales del Sur. Nuestra colega de radio Murielle Paradon, quien ha hecho un reportaje en francés, pudo constatar la desolación en la que se encuentra Keith Duncan: “Todo esto es realmente devastador porque quisimos instalarnos aquí justamente por la naturaleza, por los árboles, todo era muy bello, muy verde… y ahora los arboles no son más que unas estacas negras plantadas en un suelo quemado… es muy difícil vivir todo esto”.

Cerca de mil millones de animales han muerto, entre ellos, muchos koalas. Pero también los humanos de las ciudades se han visto afectados por el humo que llega de las afueras.

Una serie de condiciones climatológicas se reunieron para explicar estos incendios, una sequía de más de cuatro años, vientos provenientes de la zona desértica central extremadamente calientes, como si fuera una secadora. Esto en parte debido a la oscilación antártica, también conocida como Modo Anular del Sur (SAM), una variabilidad atmosférica que se define como un cinturón de vientos que circundan la Antártida. Este modo puede estar en una fase positiva, negativa o neutral, cuando está en una fase negativa, como este año, hay pocas lluvias en la parte este de Australia y altas temperaturas.

Otra oscilación que tuvo una repercusión fue la del dipolo del océano índico (IOD) también conocido como el “Niño Indio”. Es una oscilación irregular de las temperaturas superficiales del mar donde la parte occidental del Océano Indico se vuelve alternadamente más tibio o más frío que la parte oriental de este océano.

Este año la temperatura de la superficie de las aguas cercanas a Australia es más fría provocando la falta de lluvias mientras que al contrario, en la costa este de África, la temperatura del mar es caliente por lo que hay muchas precipitaciones en esta región.

En todo caso, las lluvias han empezado a caer en Australia, con la llegada del verano austral, esperando que sean abundantes y que apaguen los incendios.

Entrevistados: Domingo Rasilla Álvarez, presidente de la asociacion española de climatología y profesor de geografía en la Universidad de Cantabria, en Santander, Keith Duncan de Nueva Gales del Sur e Isabella Valderrama Arroyo, joven estudiante mexicana en Sídney.

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