viernes, abril 19, 2024
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Tres chicos por día huyen tras discutir con sus papás

Son datos oficiales de la Ciudad. Más de la mitad tiene entre 15 y 17 años. Y suelen hallarlos dentro de las 48 horas. Para los especialistas, se debe a un “problema de comunicación”.

Una discusión o el temor a tocar un tema y no ser comprendidos o escuchados. Un vínculo familiar roto o débil. Un lazo afectivo destruido o endeble. Padres que han tenido historias duras o que han sido muy flexibles en la crianza de sus hijos. Que un chico decida irse de su casa puede responder a muchos factores aunque siempre tiene que ver con que la convivencia no les resulta fácil. Pegar un portazo o escapar con sigilo, es lo mismo: irse significa salir a pedir ayuda. En la Ciudad, el menos tres chicos se van por día de su casa después de pelearse con sus papás o con los responsables de su cuidado.Son estadísticas del Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes que depende del Gobierno porteño.

En el 70% de los casos se fugan porque discutieron con sus padres. El 60% de esos chicos tiene entre 15 y 17 años. En 2014, en la Ciudad, mil adolescentes se ausentaron de su hogar y de esa cantidad, aún 30 están siendo buscados. El tiempo promedio que pasan fuera de su casa es de entre uno y dos días. ¿Dónde estaban? Paradójico: en lo de un amigo, un tío, un novio, lo que significa que fueron a buscar un referente (otro adulto, otra casa) donde se sientan contenidos. Un panorama similar –aunque más crudo– se vive en la Provincia.Guadalupe Tagliaferri, presidenta del Consejo porteño, lo pone en contexto: “Son chicos que en realidad no quieren irse de su casa. Pero sí tienen muchos problemas de comunicación. Y esto atraviesa todas las clases sociales.

Tienen miedo de contar que les fue mal en la escuela, que sufren bullying, que están embarazadas o por ser padres. No se sienten contenido frente a algo que los preocupa y se van, exponiéndose a todo tipo de peligros, como que los engañe un adulto”, explica. Según el registro que lleva el Consejo, en muchos casos los chicos que se van de su casa manifiestan situaciones de maltrato. Esa es razón suficiente para que ingresen al sistema de protección, lo que implica que esos chicos no siempre vuelvan a sus hogares. En la Provincia, de los 3.400 chicos y adolescentes que están en hogares convivenciales, el 46% se fue de su casa porque tenía problemas de convivencia. “Al sancionarse en 2007 la ley 13.298 se dejó de judicializar al chico que se fugaba de su hogar.

Esto cambió el paradigma y dejó de ser responsable del hecho de irse para poner el foco en lo que realmente sucede: que los vínculos afectivos están rotos. Se van porque los maltratan, tienen problemas de convivencia o hay situaciones de abuso sexual. Esto último, según nuestros registros, atraviesa todos los sectores sociales”, observa Secretario de Niñez y Adolescencia, y vicepresidente del Consejo Federal de Niñez, Adolescencia y FamiliaEn ámbito bonaerense, a los chicos los encuentran antes de las 72 horas de haberse ido. Y, como en el Ciudad, siempre están en la casa de alguien allegado a la familia. De las 20 mil intervenciones que realizan por año, a dos mil chicos los apartan de sus convivientes. La revinculación suele hacerse con quienes los contuvieron cuando se fueron de su casa.Para Nora Vinacur, psicoanalista y secretaria del Departamento de Niños de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) los padres se sorprenden tarde: “Hay que establecer reglas claras de comunicación ya en la etapa de niñez. Hoy, por ejemplo, no existe la sobremesa y apenas la cena. Los chicos agarran su bandejita y se encierran en su habitación. Ahora, si como dicen los datos de la Ciudad, a los chicos los encuentran en la casa de un familiar, es porque siguen buscando a un adulto como referencia”, analiza.

Fuente: Clarín.com

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