martes, abril 16, 2024
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Un Superclásico sin números diez

Arruabarruena decidió parar un equipo sin Lodeiro. En River, Gonzalo Martínez tiene escasas chances de jugar desde el arranque.

Sorpresivamente, Marcelo Gallardo y Rodolfo Arruabarruena, dos técnicos que pregonan un estilo ofensivo, analizan jugar el primer Superclásico de los octavos de final de la Copa Libertadores sin sus clásicos números 10.

En River, el portador de esa camiseta, Gonzalo Pity Martínez, en principio parece más una alternativa para revolucionar un partido ingresando desde el banco que una opción confiable desde el arranque. Y Leonardo Pisculichi, que utiliza la número 15 pero por pegada, panorama, habilidad y cabeza es el verdadero 10 del equipo, ha perdido el puesto por bajo nivel.

En Boca la sorpresa es aún mayor: Nicolás Lodeiro, el 10 uruguayo que le dio una nueva identidad al conjunto de Arruabarruena, no estuvo en el equipo titular en la práctica y podría arrancar en el banco en el segundo Superclásico de mayo.

Arruabarruena paró en la práctica de hoy, tal como se especulaba, un equipo con muchos cambios en relación al que jugó el domingo, pero la gran sorpresa fue la ausencia de Lodeiro. Orión; Marín, Díaz, Torsiglieri y Colazo; Pérez, Gago y Meli; Carrizo, Calleri y Pavón fueron los once elegidos por el Vasco. Sin embargo, lo único confirmado es la defensa y el turno de Calleri en el lugar de Osvaldo como centrodelantero. Las dudas que tiene el técnico se relacionan con la necesidad de incluir a un 5 clásico como Cubas para poder recuperar la pelota con más facilidad. Si entra el juvenil debería salir Meli, quien jugó el domingo, día en que tanto Fernando Gago como Pablo Pérez recién ingresaron en el segundo tiempo.

Los números 10 irían al banco en el primer Superclásico de los octavos de final de la Libertadores.

En tanto la elección de Federico Carrizo por sobre Lodeiro (ambos jugaron el domingo) está más relacionado con jugar con dos delanteros veloces por afuera que puedan complicar al improvisado lateral derecho de River (Mammana, Maidana o Mayada) y atacar las espaldas deLionel Vangioni.

Por el lado de River, su entrenador ante los problemas futbolísticos parece decidido a apostar por la garra, la sangre y el corazón. Y analiza jugar con un doble 5 conformado por Ponzio yKranevitter que les quita el lugar a Pisculichi o al Pity Martínez para priorizar que Boca no convierta un gol de visitante. Lo cual, para el Millonario, en estos momentos sería devastador.

Así las cosas, el esperado Superclásico de los octavos de final de la Copa Libertadores no contará con sus mejores exponentes futbolísticos. Los números 10 esperarán en el banco y la semana que viene, cuando la necesidad de ganar supere a la especulación, probablemente aparezcan en la cancha desde el inicio.

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