sábado, abril 27, 2024
Sociedad

La obesidad infantil crece a la par del uso de smartphones y tablets

 

 

La circunferencia de cintura de los chicos aumentó junto con el tiempo que pasan
delante del televisor, la computadora, el teléfono celular y la tablet, según afirman
médicos de Europa.

En los últimos 25 años, la tasa de obesidad creció rápido en los niños y adolescentes europeos, de acuerdo con un consenso que la Academia Europea de Pediatría y el Grupo Europeo de Obesidad Infantil publican en Acta Pediátrica.

Uno de cada cinco chicos y adolescentes de Europa tiene sobrepeso u obesidad, de acuerdo con un estudio del 2017 de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Actualmente, el 97 por ciento de los hogares de Europa tiene televisor, el 72 por
ciento tiene una computadora, el 68 por ciento posee acceso a internet y el 91 por
ciento tiene teléfonos celulares, de acuerdo con el consenso.

Esto, para los especialistas, provocó un aumento del tiempo de uso de pantallas, lo
que afecta el sueño, los hábitos alimentarios y el ejercicio, favoreciendo el
sobrepeso.

“Los medios de comunicación demostraron tener un amplio efecto en la salud infantil y pueden influir en su fisiología, su funcionalidad sociocultural y su bienestar psicológico”, indicó el doctor Adamos Hadjipanayis, de la Universidad Europea de Chipre, Nicosia, y secretario general de la Academia Europea de Pediatría.

“Hay evidencia de un lazo entre la obesidad en los países de Europa y la exposición de los niños a los medios”, agregó.

Los padres, para los autores, también son parte del problema. Aun cuando el tiempo de uso de pantallas de los niños aumenta, los padres demuestran tener poca conciencia de lo que sus hijos hacen online o de cuánto tiempo pasan con las tabletas, los celulares y las computadoras, de acuerdo con el consenso.

La publicidad de alimentos es otro problema porque seduce a los niños a demandar y consumir más comida chatarra y menos frutas y verduras. Los chicos también tienden a consumir más calorías diarias mientras miran televisión, cuando las publicidades influyen en sus preferencias alimentarias.

La solución, de acuerdo con el consenso, incluye aumentar la supervisión, limitar la exposición diaria a las pantallas, retirarlas de la habitación y asegurarse de que los contenidos sean de buena calidad.

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