viernes, diciembre 13, 2024
Locales

Allanamientos en Bahía y Monte: traían senegaleses para explotarlos como manteros

 

Usaban pasaportes falsos de Gambia para traerlos a trabajar como manteros en las calles de Bahía Blanca y las playas de Monte Hermoso.

El largo camino de los 76 senegaleses, víctimas de la red de trata de personas desbaratada, comenzaba en el aeropuerto de Dakar, de allí los trasladaban a Madrid para llegar a Ecuador, donde dejaban el avión para pasar por tierra a Perú y después, a Brasil. A través de la frontera seca ingresaban en la Argentina.

En las últimas horas, en operativo conjunto realizado por efectivos de la Policía Federal y funcionarios de la Dirección Nacional de Migraciones, fue desbaratada una organización transnacional que se dedicaba a traficar ciudadanos senegaleses a los que les cobraba 6000 dólares para ingresarlos de manera ilegal en la Argentina con el objetivo de que trabajaron como manteros.

Durante los doce allanamientos realizados en inmuebles de Monte Hermoso, Bahía Blanca y la Capital, los efectivos del Departamento Unidad Federal de Investigaciones de la Policía Federal e inspectores de la Dirección de Migraciones, apresaron a cuatro integrantes de la banda, todos de nacionalidad senegalesa.

Según fuentes de la investigación, entre los cuatro imputados apresados figura el jefe de la organización.

En los operativos, ordenados por el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, los investigadores lograron rescatar a por lo menos once ciudadanos senegaleses que eran explotados por la banda.

Estas once personas se sumarán a otras 61 víctimas de la misma nacionalidad cuyos pasaportes fueron secuestrados en poder los traficantes y que forman parte del listado de ciudadanos del país africano a los que los delincuentes ingresaron de forma ilegal.

Tanto el jefe de la banda como los tres cómplices serán indagados en las próximas horas por el juez federal Martínez de Giorgi, acusados de asociación ilícita y trata de personas.

A estos delitos se sumarán contrabando y falsificación de marcas. Ambas acusaciones se fundaron en que durante los allanamientos los investigadores secuestraron anteojos, perfumes, ojotas, carteras, mochilas, relojes gorras, collares y zapatillas falsificadas o que no tenían la documentación que demostrara su origen legal. El monto de los artículos secuestrados fue estimado en $ 2.000.000.

En los allanamientos, los detectives de la Policía Federal también secuestraron agendas, anotaciones en papel, comprobantes de transferencias bancarias al exterior pasaportes, celulares, notebook y anotaciones sobre los movimientos comerciales, comprobantes de pasajes de colectivos a nombre de ciudadanos senegaleses.

A partir del análisis de las pruebas incorporadas en el expediente, los investigadores establecieron que los jefes de la banda obligaban a las personas que trasladaban a nuestro país a realizar trayectos a pie con el objetivo de eludir puestos de controles fronterizos.

El ingreso en la Argentina se concretaba de forma clandestina a través de la ciudad de Bernardo de Irigoyen, en Misiones, la frontera seca con Brasil. El último paso era el traslado a Buenos Aires desde Eldorado, donde terminaban de cancelar el pago de los 6000 dólares.

Fuentes de la investigación indicaron que, por la complejidad de la organización, se trató de la causa más importante de tráfico de senegaleses en la historia judicial argentina. (La Nación)

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