viernes, abril 26, 2024
Espectáculos

Sandro de América: la noche en la que el ídolo volvió al Gran Rex

 

Dos décadas después de aquellos 40 multitudinarios shows de finales de los 90, la magia de Sandro volvió ayer al Gran Rex. El teatro se vistió de fiesta en la despedida de la serie más exitosa del año, Sandro de América , y el legendario artista tuvo su especial homenaje con interpretaciones en vivo de los protagonistas de la tira, emotivos mensajes del elenco, la presencia de su viuda Olga Garaventa y una actuación de cierre con Miranda! a ritmo de “Rosa Rosa” y “Dame Fuego”.

Cientos de personas llenaron el recinto para ver en una pantalla gigante el último de los trece episodios de esta biopic emitida por Telefé y dirigida por Adrián Caetano que recreó la vida del artista mediante ficción, música y poesía visual.

Las “nenas”, siempre presentes

Sandro de América y la gala concluyeron “como si Roberto estuviera en el escenario”, dijo quien fue su última compañera de vida, emocionada ante “esta fiesta tan hermosa”.

A las puertas del teatro se vendían a primera hora afiches de Sandro como si el ídolo fuese a actuar de un momento a otro y en la alfombra roja desfilaron parte de los actores que dieron vida al relato televisivo: Agustín Sullivan , Marco Antonio Caponi y Antonio Grimau -que encarnaron a Roberto Sánchez en las distintas etapas de su vida-; Isabel Macedo y Marina Bellati (en la piel de Daniela y Mónica, dos de los amores del Gitano); Muriel Santa Ana (en el papel de Olga); Luis Machín (que interpretó a Oscar Anderle, representante del artista), y Paula Ransenberg y Jorge Suárez (sus padres). Lali Espósito y la China Suárez, también mujeres del artista en la ficción, no pudieron asistir “por compromisos previos”, lo mismo que Calu Rivero , que se encuentra en Nueva York.

 

El capítulo final despertó en el elenco un mundo de sensaciones y en la sala VIP desde donde actores y productores vieron el episodio se cantó, se lloró y se repartieron aplausos. Vestidos a tono, de impecable negro, los tres “Sandros” formaron parte de la foto familiar alrededor de la “tele”, mientras Muriel Santa Ana, con gran protagonismo en las escenas finales, secaba sus lágrimas al ver las imágenes, lo mismo que Olga, ubicada a escasos metros, al ver en la pantalla a un Sandro ya muy enfermo interpretado por Grimau y queriendo cantar su “última canción” en el Rex.

Sentados en el suelo, algunos de los integrantes ficticios de Los de Fuego, como Julián Kartún, también miraban atentos, junto a un Luis Machín emocionado y cerca de una Isabel Macedo que lució su panza de embarazada y que acudió acompañada de su esposo, el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey, La actriz Mónica Antonópulos, que también espera un hijo, acompañó a su pareja, Marco Antonio Caponi.

La viuda del cantante junto a los tres “Sandros”

La emoción por el trabajo realizado también invadió a Adrián Caetano, que mostró su satisfacción por el resultado del proyecto, lo mismo que Dario Turovelzky, director de contenidos de Viacom.

Antes de ver el episodio, el público vivió momentos de éxtasis ante las distintas interpretaciones de los actores recreando al Gitano. El evento, conducido por el Chino Leunis, contó con varios homenajes a la música del ídolo: Agustín Sullivan realizó una demostración de baile, Marco Antonio Caponi cantó el tema “Así” junto al piano y Antonio Grimau recitó versos en su recuerdo.

Agustín Sullivan, el primer Sandro y el más aplaudido por “las nenas”

Los protagonistas de esta historia contaron cómo fue para ellos formar parte del proyecto. Sullivan se mostró conmovido “ante el mensaje que Sandro nos transmite con su historia y que se ve en la serie: que cuando alguien quiere algo y persevera, lo puede lograr, incluso siendo adulto, como cuando él quiso hacer más Rex”.

Caponi agradeció la oportunidad de haber podido “vivir, componer y descubrir este personaje; trabajar con Caetano en un proyecto con música, videos y con mucha apertura desde lo narrativo; se vio teatralidad, realismo, documental; fue una serie muy sandrina”, señaló. Para el actor, cantar ayer como Sandro fue un regalo “maravilloso”.

Antonio Grimau añadió que con su papel recorrió “muchas facetas lindas, como esa necesidad de Sandro de aferrarse al hombre o a la paz que le proponía el amor por su mujer, Olga” y se mostró satisfecho porque pudo “atravesar con la mayor verdad posible todas las situaciones que él vivió, que era la propuesta de Caetano: alejarnos de la parafernalia que lo rodeaba como mito y acercarnos al hombre, que era la más terrenal que teníamos para poder interpretarlo”.

 

Olga Garaventa cree que la serie fue un trabajo “con una gran calidad de imagen, producción y dirección” y afirma que hay coincidencias de la ficción con la realidad. “Sandro era único y de él extraño todo: levantarme y que no esté, estar todo el día sin él en casa, su sentido del humor, su compañerismo”, dijo.

Su viuda en la ficción, Muriel Santa Ana, habló de su primer encuentro con Olga, cuando la “invitó a almorzar” y pudo conocer la mansión de Banfield, la colección de guitarras de Sandro, el lugar donde componía y las recetas de sus tragos. “Olga me abrió las puertas de su intimidad y me contó muchas cosas que me ayudaron a armar mi personaje”, apuntó.

Olga Garaventa es saludada por un Gran Rex a pleno

Luis Machín, quien personificó a Oscar Anderle, agradeció a la familia de quien fue el primer representante y amigo del cantante por los gestos de aprobación recibidos por su interpretación del papel.

Para Paula Ransenberg, “el enorme desafío” fue ponerse en la piel de la madre de Sandro “desde los 35 años de esta mujer hasta los sesenta y pico, que muere, y el desarrollo de esa enfermedad, de esa artritis reumatoide que tenía y el cómo se iba degenerando. De este papel, me llevo el amor de una madre por su hijo, que a veces lo castraba y le espantaba a las mujeres (esa cosa terrible que tenía doña Nina) hasta el gran sentimiento de amor que había en ese vínculo”.

Olga Garaventa junto a Teté Coustarot y la actriz que la interpretó en la serie, Muriel Santa Ana

En el caso de Marina Bellati, su personaje tenía un arco amplio: empezó siendo enfermera y empleada de la casa del artista en la serie y terminó siendo su pareja y “abusando” de ese lugar. Para la actriz, interpretar a Mónica fue un desafío actoral muy grande, ya que tuvo que pasar de ser una “Heidi a una Misery en dos capítulos”, pero recalca que este trabajo fue una experiencia “mágica”.

“Sandro es todo él en sí un descubrimiento”, resumió el director.

 

 

Fuente: La Nación

 

 

 

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