domingo, abril 28, 2024
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La Justicia pide 20 años de cárcel para Iván Fontán

Una fiscal pidió hoy que se condene a 20 años de prisión a un joven que llegó a juicio oral acusado de haber arrojado una bengala que mató a un hombre durante un recital del grupo de rock La Renga, en 2011, en el autódromo Roberto Mouras, de La Plata.

La fiscal Silvana Langone solicitó en su alegato ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 del mencionado distrito judicial que se le aplique esa pena para el acusado Iván Fontán (27), por el delito de “homicidio simple con dolo eventual” en perjuicio de Miguel Ramírez (32).

Por su parte, el abogado defensor, Gustavo Avellaneda, pidió a los jueces Silvia Hoerr, Liliana Torrisi, y Claudio Bernard la “absolución” del imputado por considerar que “no está acreditado fehacientemente que la bengala que arrojó haya sido la que impactó en la víctima, pues una testigo manifestó que vio dos artefactos pirotécnicos en el aire” cuando comenzó el show.

Tras estos alegatos, el Tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo miércoles a las 13 cuando dará a conocer el veredicto.

Antes de comenzar los alegatos, el acusado Fontán declaró cómo emprendió el viaje desde la localidad bonaerense de Ingeniero White -a 10 kilómetros de Bahía Blanca- hacia La Plata, con unos amigos, y cómo accionó la bengala náutica.

“Decidimos viajar con un grupo de amigos en avión, pero como hubo inconvenientes finalmente viajamos hacia La Plata en mi auto. Antes de salir uno de ellos me dijo que tenía una bengala náutica, así que fuimos a su casa y la cargamos en el auto”, detalló.

El joven reveló que cuando ingresaron al autódromo “no había cacheo”, aunque para evitar la revisión de los guardias de seguridad ocultó la bengala en el antebrazo, y además portaba una bandera dedicada al grupo La Ricchieri, su banda preferida, que actuaba como soporte de La Renga.

“Tomamos cerveza, comimos unas hamburguesas y antes de empezar el show, agarré la bengala para tirarla, leí bien las instrucciones, el artefacto era nuevo, así que la arrojé pero nunca imaginé lo que iba a suceder porque veo que sale para arriba y de golpe dobló y se cayó”, contó.

El acusado sostuvo que “fue una desgracia” y que se quedó “muy mal”, ya que si bien el recital continuó vino un grupo de gente que estaba ahí para increparlo porque había arrojado la bengala.

“En ese momento no sabía que había una víctima, había muchas bengalas que se habían arrojado, así que cuando terminó el recital nos volvimos a Ingeniero White, sentí que había hecho una macana y días después me enteré por televisión que había un chico herido, quise contactarme con los familiares, pero no pude, y a mis amigos les dije que yo me iba a hacer cargo”, aseveró.

El muchacho rememoró que esa noche “no había mucho viento” pero que “inexplicablemente la bengala cayó en el público”, que nunca supo porqué “cayó tan cerca” y que no se imaginó que se iba a desviar, porque siempre vio bengalas en su localidad, “sobre todo las fiestas de fin de año, que se elevan bien alto y luego se perdían”.

“Nunca había tirado una bengala, salió mal, y ahora sólo pido Justicia, aunque observé que en el juicio un amigo para limpiarse dijo que me había informado que el uso de la bengala era peligroso, cuando nunca me dijo nada”, concluyó.

Por su parte, la fiscal Langone, en su alegato, sostuvo que Fontán debido a su accionar “ha tenido la intención de causar el mal que sufrió Ramírez” ya que en el juicio sus amigos declararon que le aconsejaron que no arrojara la bengala porque “había mucho viento”.

“Tuvo advertencias que no hizo caso”, enfatizó y también remarcó “el reconocimiento expreso de Fontán de que llevó la bengala en su antebrazo” para evitar la requisa de los guardias de seguridad.

También para la fiscal una de las evidencias que quedó demostrada en el debate fue que “en las remeras que se le secuestró al imputado había sustancias vinculadas a la bengala, que terminó con la vida de Ramírez”.

Respecto a que la defensa había sugerido que hubo mala atención de los médicos que lo atendieron, ya que la víctima murió en el Hospital de Melchor Romero nueve días después, la fiscal Langone aseguró que los peritos que intervinieron en la causa “ya corroboraron que no existió ni deficiencia ni mala atención hospitalaria”.

En tanto, el abogado Avellaneda dijo que “no está comprobado fehacientemente” que la bengala que arrojó Fontán mató a Ramírez, ya que una testigo dijo que había dos bengalas en el aire en el mismo momento.

Se basó en el testimonio de Margarita Ibarrola, una de las asistentes al espectáculo que grabó con su teléfono celular el momento que se ven dos luces, por lo que no está probado que alguna de esas dos haya sido efectivamente la que golpeó a la víctima.

El letrado cuestionó la figura de “dolo eventual” porque su defendido “no quiso tirar la bengala sobre la gente, sino lanzar una bengala hacia el aire, pero no dirigirla al público y mucho menos hacer daño”.

“No se pudo acreditar el dolo eventual, hubo contradicciones en los testigos, y además Fontán siempre asumió que él arrojó una bengala, ahora falta conocer quién fue el otro que arrojó la otra bengala, por eso pido la absolución de mi defendido”, concluyó.

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