jueves, abril 25, 2024
Espectáculos

Alejandro Fantino se quebró en vivo y pidió que no lo enfocaran

El programa de Alejandro Fantino por la pantalla de América volvió a condiciones normales tras dos semanas de grabar desde sus casas. La decisión se había tomado luego de que una integrante de la producción diera positivo de covid-19 y el protocolo de prevención tuvo que ser activado. En este contexto, una fuerte historia que se relataba en el aire emocionó al conductor y este no pudo evitar solicitar acongojado un vaso de agua.

En tiempo de covid, ni agua tenemos, pero si pueden denme algo porque estoy ahogado. La estoy pasando mal en serio”, con desdén expresó al aire. “Si no, no me enfoquen y le doy un chupetazo a la canilla por allá porque no puedo más“, comentó.

Fantino llevaba adelante el relato del caso de una pequeña capilla que no sufrió daños en medio de un incendio de pastizales en la localidad de Amstrong, Santa Fe. Las imágenes del acontecimiento circularon durante el fin de semana y la comunidad se vio sacudida – y sorprendida – por lo ocurrido.

Resulta que el fuego había alcanzado el metro y medio de altura y pese a que el paisaje quedó totalmente carbonizado, la zona en donde está el edificio quedó intacta. Tras informar que el altar había sido creado por un padre de familia hacia su hija de 13 años que había fallecido en un accidente de auto, las lágrimas en Fantino empezaron a caer y por eso pidió ayuda a la producción para salir del momento emotivo.

El hecho “milagroso” ocurrido en Santa Fe

Bomberos de Amstrong fueron testigos de un “misterioso” caso que sorprendió a los vecinos del lugar. En medio de los incendios de pastizales en la ciudad de Santa Fe, el feroz fuego en uno de los campos no tocó un altar de milagro construido en 1997 y varias personas llamaron el hecho como un “mensaje de Dios”.

Consultados los bomberos voluntarios por la Agencia Télam, expresaron que “era inexplicable”. “El altar, que es una capilla pequeña con una cruz, pintada de blanco, quedó a salvo. Todo el pasto seco que está ahí a su alrededor, quedó sin quemar”, contó el Oficial Principal de los Bomberos de Armstrong, Germán Cechi y agregó: “El fuego estuvo muy cerca, pero el altar pese a ser blanco ni siquiera resultó ahumado ni afectado por las cenizas; totalmente intacto”.

El altar en cuestión pertenece a la memoria de Natalia Romero: una joven que a los 13 años perdió su vida en un accidente de tránsito en septiembre de 1997. Quienes lo habían construido fueron sus padres, con autorización de los dueños del campo para poder recodar a su hija en la pequeña capilla.

Fuente: La Nación

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