miércoles, mayo 8, 2024
Espectáculos

Charly García cerró el año en el Gran Rex con un recital de 65 minutos

 

“Borom bom bom, borom bom bom, esta es la banda de say no more…”. 21:25. Se corre el telón y, mientras empieza a sonar “De mí”, se produce la primera gran ovación de la noche. Charly García está de nuevo en el escenario del Gran Rex junto a los músicos que lo acompañan en el último tiempo: Kiuge Hayashida en guitarra, Carlos González en bajo, Toño Silva en batería, Fabián Quintiero en teclados y Rosario Ortega en coros.

Dicen que lo bueno si es breve es dos veces bueno. Habrá que aplicarlo al show que dio Charly este martes porque esas dos características lo definen: fue bueno y fue breve.

 

El primer tema del recital sorprendió a todos. Nadie se esperaba que el show comience con el clásico que supo grabar Mercedes Sosa, quien si bien en ese momento no fue mencionada, luego apareció en las pantallas gigantes.

Charly estaba delante de su teclado, la luz se posaba sobre él, el resto de los músicos permanecían en silencio y a oscuras; y la gente sacaba rápidamente sus teléfonos celulares para captar el momento mágico: el hombre del bigote bicolor estaba haciendo un solo de piano y cantando la hermosa pieza que presentó hace casi 30 años en su disco Filosofía barata y zapatos de goma. Fue sin dudas uno de los puntos altos de la noche.

Tras ese comienzo, García interpretó dos canciones de Random, su último álbum: “La máquina de ser feliz” y “Rivalidad”, este último con imágenes de cuando saltó desde el noveno piso a una pileta en un hotel de Mendoza.

Luego llegó el turno de la exitosísima “Yendo de la cama al living” y hasta se dio el gusto de cantar en inglés con “In the city” para luego hacer “Asesíname”.

“Se armó la fiesta”, introdujo el compositor antes de entonar “Otro” (también de Random) y le siguió “Cerca de la revolución”. Ahí todo el teatro se puso de pie y al final de ese tema coreó un contundente: “Olé, olé, olé, olé, Charly, Charly”.

 

¿Quién carajo es Tesla?“, preguntó el músico a la gente. “El que inventó los celulares hace 300 años“, se respondió para luego hacer el tema “King kong”, de su disco Kill Gil.

La idea de intercalar clásicos con canciones de su último trabajo discográfico fue una constante en la noche. Luego llegó el turno de la exitosa “Lluvia”, también de Random, tema en el que Charly hizo un juego de palabras con Rosario Ortega: “RePUTAción”, le dijo a la corista y ella le respondió: “Puto”. Se miraron de manera cómplice con una sonrisa en sus labios y siguieron cantando a dúo.

El recital también dio espacio para que García se acordara del guitarrista de los Rolling Stones: “Voy a brindar por mi amigo Keith Richards que hoy cumple años. El día que explote una bomba atómica lo único que va a quedar es Richards y una cucaracha“, soltó. Desató las carcajadas de todo el teatro.

Fabián “Zorrito” Quintiero

Tras el saludo al músico británico, llegó el turno de “No importa”, “Rock and roll yo”, “Parte de la religión” (tema que tampoco venía haciendo en otros conciertos), “Primavera” -otra pista de su último álbum- y “No llores por mí Argentina”.

Decíamos más arriba que el show comenzó con “De mí”, tema que supo grabar Mercedes Sosa y que en ese momento Charly no hizo mención a la cantante. Sin embargo, sí se acordó de ella cuando interpretó “Cuchillos”. Mientras sonaba esa canción, aparecieron imágenes de la tucumana en las pantallas ubicadas detrás del escenario.

Rosario Ortega.

La última pieza de la noche fue “Promesas sobre el bidet”. A las 22:30 se cerró el telón y la gente aguardó a que lleguen los bises, que nunca aparecieron.

Más allá de ese sabor agridulce del final porque todos esperaban un poco más, el último show del año de García fue impecable. Lo bueno, si es breve, dos veces bueno. Charly corroboró ese refrán. (Teleshow)

 

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