miércoles, abril 17, 2024
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El FMI no es tan optimista como Cambiemos

 

El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que se consolide la economía argentina durante este año y el próximo – con un crecimiento previsto de 2,5% del PBI tanto para 2017 como 2018 – en un contexto de recuperación de la actividad económica mundial.

También prevé que caiga la inflación, aunque estima que la variación de los precios seguirá por encima de las metas fijadas por el Banco Central. Así resulta del informe Perspectivas Económicas Mundiales (WEO en sus siglas en inglés) dado a conocer hoy en Washington por el organismo multilateral.

El FMI señala que se espera un rebote en el crecimiento argentino tras la recesión del año pasado, como consecuencia del crecimiento de los salarios – que impulsaron el consumo -, la suba en las inversiones – apuntaladas por la obra pública- y exportaciones que se beneficiaron con una mayor demanda.

“Se espera que el crecimiento se mantenga en torno de 2,5% en 2018 en la medida en que la demanda privada continúe mejorando gradualmente” a pesar del telón de fondo de “una política macroeconómica restrictiva”. Al respecto, el organismo señala la existencia de “altas tasas de interés en términos reales necesarias para el proceso de desinflación y el comienzo de la consolidación fiscal”.

Cabe recordar que las previsiones del gobierno argentino en cuanto a crecimiento son algo más optimistas. De acuerdo con los números contenidos en el proyecto de presupuesto 2018, las autoridades esperan que el año en curso termine con un avance de la economía de 3% y el crecimiento para el 2018 se ubica en 3,5%, es decir un punto por encima de la previsión del Fondo.

En cuanto a la inflación, para el Fondo el año en curso terminará con una variación de 22,3% a fin de 2017, en línea con los pronósticos privados pero cinco puntos por encima del techo de la meta del Banco Central para 2017.

Al respecto, el informe señala que la marcha de los precios en el país ha comenzado a descender tras la aceleración sufrida el año pasado como consecuencia de la depreciación del peso y el ajuste de las tarifas. Ahora, el FMI prevé una tendencia descendente para los índices como consecuencia de la política monetaria restrictiva que mantiene el Banco Central y – destaca – porque las negociaciones de ajustes tienden a dejar de lado la inflación pasada y se vuelven más prospectivas, es decir mirando la inflación esperada.

Con todo, el Fondo calcula que el año próximo terminará con una inflación de 16,7%, (fin de 2018) nuevamente por encima del techo de 12% fijado por el BCRA. Pese a la discrepancia, del texto del informe surge que el organismo internacional avala la estrategia de la autoridad monetaria argentina. En tal sentido, el documento explícitamente sostiene que “es necesario que la política monetaria se mantenga restrictiva en países en donde la tasa de inflación permanece bien por encima de las metas del banco central, como en Argentina y Turquía”.

Asimismo, el FMI advierte que “la Argentina debe acelerar su consolidación fiscal en 2018”. Hasta el momento, el mundo ha financiado a la Argentina, como lo demuestra el resultado de la cuenta corriente que arrojaría un resultado negativo equivalente a 3,6& del PBI en el año en curso (casi un punto por encima del resultado de 2016) y que se ensancharía hasta 3,7% del PBI en 2018.

• Crecimiento mundial

“La recuperación mundial continúa, y a un ritmo más rápido”, sostuvo Maurice Obstfeld Consejero Económico y Director de Investigación del FMI.

Según su opinión, “la imagen hoy es muy diferente de principios del año pasado, cuando la economía mundial se enfrentaba a un crecimiento vacilante y a turbulencias en el mercado financiero”.

Es de destacar que el Fondo observa un amplio panorama favorable ya que la aceleración en la actividad económica abarca a Europa, China, Japón y Estados Unidos, así como a Asia emergente.

En consecuencia, el Fondo corrigió al alza sus proyecciones de crecimiento mundial a 3,6% para este año y 3,7% para el próximo -en ambos casos 0,1 puntos porcentuales arriba y muy por encima de la tasa de crecimiento global del 2016 del 3,2%.

Sin embargo, Obstfeld advirtió que la recuperación global es “incompleta” por tres razones. Una es que las mayores desigualdades en los ingresos y la riqueza en numerosos países han alimentado el descontento político y el escepticismo acerca de las ventajas de la globalización “poniendo en riesgo la recuperación”.

La segunda razón es que numerosos países siguen enfrentando desafíos y problemas, entre ellos los exportadores de petróleo o determinados países de Oriente medio o África y América Latina que sufren desórdenes políticos y civiles. Al respecto, y pese al crecimiento promedio global, un quinto de los países experimentarían una variación negativa en los ingresos per cápita en el año en curso.

Por último, el Fondo advierte que la recuperación es lenta: para las economías avanzadas, por caso, el crecimiento por habitante es proyectado ahora en un promedio de sólo 1,4% anual para el lapso 2017-2022, muy por debajo del 2,2% anual de los años 1996-2005.

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