jueves, diciembre 18, 2025
Nacionales

El papa critica los llamados a aumentar el gasto militar en época de desestabilización

El papa León XIV criticó los repetidos llamamientos a incrementar el gasto militar en un momento de “desestabilización planetaria que va asumiendo cada día mayor dramatismo e imprevisibilidad”.

Un repaso semanal de las últimas noticias de la actualidad hispanohablante que se han publicado en distintos medios de comunicación de Suiza.
En su primer mensaje como pontífice para la Jornada de la Paz que fue publicado este jueves, el papa estadounidense recordó que en mayo pasado, en la tarde de su elección, se presentó al mundo con la frase: “¡La paz esté con ustedes!” y su deseo de “una paz desarmada y una paz desarmante, humilde y perseverante”.

En este mensaje, que como es tradicional entregará a los mandatarios con los que prevé reunirse en el Vaticano el próximo año, León XIV explicó que se sigue tratando la paz “como un ideal lejano” y que se termine por no considerar “escandaloso que se le niegue, e incluso que se haga la guerra para alcanzarla”.

Y lamentó que “en la relación entre ciudadanos y gobernantes se llega a considerar una culpa el hecho de que no se nos prepare lo suficiente para la guerra, para reaccionar a los ataques, para responder a las agresiones”.

Una situación, criticó, que va “mucho más allá del principio de legítima defensa” y que hace que “dicha lógica de oposición es el dato más actual en una desestabilización planetaria que va asumiendo cada día mayor dramatismo e imprevisibilidad”.

“No es casual que los repetidos llamamientos a incrementar el gasto militar y las decisiones que esto conlleva sean presentados por muchos gobernantes con la justificación del peligro respecto a los otros”, criticó.

Y destacó que “en el curso del 2024 los gastos militares a nivel mundial aumentaron un 9,4% respecto al año anterior, confirmando la tendencia ininterrumpida desde hace diez años y alcanzando la cifra de 2.718 billones de dólares, es decir, el 2,5 % del PIB mundial”.

Consideró Robert Prevost que nos encontramos ante “una espiral destructiva, sin precedentes, del humanismo jurídico y filosófico sobre el cual se apoya y desde el que se protege cualquier civilización”.

Y afirmó que es “necesario denunciar las enormes concentraciones de intereses económicos y financieros privados que van empujando a los estados en esta dirección”, pero que “esto no basta, si al mismo tiempo no se fomenta el despertar de las conciencias y del pensamiento crítico”.

Asimismo, constató que “por si fuera poco, hoy parece que se quiera responder a los nuevos desafíos no sólo con el enorme esfuerzo económico para el rearme, sino también con un reajuste de las políticas educativas” y subrayó que en vez de construir “una cultura de la memoria” que recuerde el siglo XX y sus millones de víctimas, se promueven campañas que “transmiten una noción meramente armada de defensa y de seguridad”.

El pontífice estadounidense también lamentó “la aplicación en ámbito militar de las inteligencias artificiales hayan radicalizado la tragedia de los conflictos armados” y cómo “incluso se va delineando un proceso de desresponsabilización de los líderes políticos y militares, con motivo del creciente ‘delegar’ a las máquinas decisiones que afectan la vida y la muerte de personas humanas”.

Ante esta situación, el papa afirmó que es fundamental el papel de las religiones para “vigilar el creciente intento de transformar incluso los pensamientos y las palabras en armas”.

Aunque, subrayó, “lamentablemente, forma cada vez más parte del panorama contemporáneo arrastrar las palabras de la fe al combate político, bendecir el nacionalismo y justificar religiosamente la violencia y la lucha armada”.

Mientras que llamó a los responsables de las sedes más altas y cualificadas para que “procuren que se examine a fondo la manera de lograr que las relaciones internacionales se ajusten en todo el mundo a un equilibrio más humano, o sea a un equilibrio fundado en la confianza recíproca, la sinceridad en los pactos y el cumplimiento de las condiciones acordadas”.

“Es el camino desarmante de la diplomacia, de la mediación, del derecho internacional, tristemente desmentido por las cada vez más frecuentes violaciones de acuerdos alcanzados con gran esfuerzo, en un contexto que requeriría no la deslegitimación, sino más bien el reforzamiento de las instituciones supranacionales”, aseveró. (EFE)

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