viernes, abril 19, 2024
Locales

Juicio Mega Causa Zona V: declararon tres exempleados del Hospital Municipal

A mediados de septiembre de 1976 fueron secuestrados cinco trabajadores del Hospital Municipal de Bahía Blanca. En la decimoquinta audiencia del juicio conocido como Mega Causa Zona V, declaró el enfermero Jorge Riquelme y el empleado de patología, Boris Alfredo Hernández, ambos secuestrados en su lugar de trabajo. Asimismo, brindó su testimonio Néstor García Herrera, anestesista, testigo del operativo del Ejército que a plena luz del día también detuvo a Eliseo Vázquez, María Luisa Barroso y Ramona Magaz.

“UNA VEZ HABÍA UNA EMBARAZADA EN LA MESADA DE MARMOL”

Néstor García Herrera fue técnico anestesista del Hospital Municipal cuando detuvieron en 1976 a cinco de sus compañeros de trabajo, dos de las cuales eran amigas de él: María Luisa Barroso y Ramona Magaz. “Ellas me contaron que cada vez que las interrogaban, les preguntaban por mí. Se las y los llevaron porque hubo un escrito en el baño público del Hospital, frente a la vieja farmacia que decía que eran montoneros. El directorio del hospital hizo una foto y después llamó a la policía”, expresó García Herrera.

“No me quiero morir sin contar esto. Fue algo monstruoso. Traían cadáveres acribillados al hospital. En el diario decían que había muerto en enfrentamientos, pero nadie está en un enfrentamiento con pijama. Una mañana entraron once cadáveres a la morgue. Los llevaron los camiones del Ejército, los varones los tuvimos que descargar”.

La abogada querellante por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y la Agrupación H.I.J.O.S. Bahía Blanca, Mónica Fernández Avello consultó si todos los cadáveres eran hombres a lo que García Herrera declaró que también entraban cuerpos de mujeres: “una vez había una embarazada en la mesada de mármol, solamente con una bombacha. Parecía que le habían quemado las aureolas de los pezones con cigarrillo”.

“ME LLAMÓ LA ATENCIÓN QUE TENÍA”

Previamente al testimonio de Herrera, Jorge Riquelme contó que un policía entró a la sala donde estaba trabajando y lo señaló: ‘es ese’. “Me llevaron a mí y a otros compañeros de trabajo. El director del hospital pagó un taxi, no quería que nos trasladen en un camión. Nos metieron en un calabozo a cada uno. Si me quería acostar, tenía que poner los pies en la pared y la espalda en el piso. Lo único que intentaba era sobrevivir. Nos daban papas hervidas y sémola quemada con un olor bárbaro. No comíamos todos los días, yo escondía lo que le sobraba a los demás”, detalló el enfermero secuestrado en septiembre de 1976.

Sobre los interrogatorios, Riquelme narró que siempre fueron con los ojos vendados y que constantemente pensaba que lo iban a matar: “si me voy, me voy a ir con mis convicciones. Soy peronista, les decía y para mis adentros sentía que me estaba metiendo en la boca del lobo. Me asusté mucho cuando nos pusieron en el paredón de afuera, hicieron un simulacro de disparo”.

Antes de su libración, Riquelme contó que “me hicieron un papel, me sacaron la venda, me pusieron una pistola en la cabeza. El que me estaba interrogando, me dijo ‘No me mires porque te voy a tener que matar’. Le vi la mano a uno, me llamó la atención el anillo que tenía, era lo único que podía ver. Con el tiempo supe que trabajaba en la UOM y era abogado. Me dijeron que era Montezanti”.

Vale la pena recordar que Montezanti, fue docente de la Universidad Nacional del Sur, Presidente de la Cámara Federal, vinculado a la derecha peronista, y actualmente está procesado por su participación activa en la Triple A y en el V Cuerpo del Ejército.

NOMBRES ESCRITOS EN LA PUERTA DE UN BAÑO

Otro testimonio que se pudo escuchar en la decimoquinta audiencia del juicio Mega Causa Zona 5, fue el de Boris Alfredo Hernández, quien primero fue ordenanza en el Hospital Municipal y luego “recibía los cadáveres en la morgue y hacía la necropsia”. Fue detenido junto a sus compañeros de trabajo, porque sus nombres aparecieron escritos en la puerta de un baño del nosocomio diciendo que eran montoneros.

“Me interrogaron con un arma en la nuca. Lo único que hice yo fue votar a Perón”, dijo  Hernández que luego de referirse su cautiverio, confeccionó un croquis del Batallón de Comunicaciones 181 donde hizo el servicio militar y luego estuvo detenido. Contó que al obtener la libertad vio a una persona que estaba muy nerviosa a pesar de que también salía libre. “A los pocos días que vuelvo a tomar servicio, llega un cuerpo para hacerle la autopsia. Era el que había saludado que andaba inquieto en el Regimiento, al que le habían dicho que se iba libre. Quedé petrificado”.

Cuando presentaron el cuerpo, informaron que fue un “enfrentamiento con el V cuerpo de Ejército. Salió en el diario. Casi todos eran de la sección quinta de General Cerri, Paraje Pibe de Oro y la Cueva de los leones, eran los puntos estratégicos”.

“VIVIMOS CON TANTO MIEDO”

Por último, se concretaron las declaraciones testimoniales de los familiares de Luis Mauricio Denett, delegado municipal y militante peronista en Carmen de Patagones al momento de su secuestro, quien estuvo detenido en la Delegación de la Policía Federal de Viedma, y en una segunda privación de la libertad fue trasladado en avión al Comando V Cuerpo de Ejército en la ciudad de Bahía Blanca.

Su hija, Carmen Denett, presentó ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal fotos de su padre y un acta de detención de la Policía Federal de 1976. También declaró que su padre fue secuestrado en un falcón verde cuando ella tenía ocho años. “Todo esto es cerrar una parte de nuestras vidas. Vivimos tanto miedo. Mi hermano se enojaba porque después de esto yo dormía con la luz prendida”.

La Auxiliar Fiscal Paula Molini preguntó qué le había contado su padre sobre el cautiverio de su padre en el Batallón de Comunicaciones 181 que duró 40 días aproximadamente, y ella dijo que “cuando lo interrogaron, un oficial tenía una carpeta, sabía a qué escuela íbamos, sabía de la internación de mi mamá, sabía todo de mi familia. Cuando le preguntaron si sabía por qué estaba detenido, él les contestó: ‘debe ser porque soy peronista’”.

Por su parte, José Alfedo Dennet, hijo del militante sindical fallecido en 2009, expresó que durante la dictadura cívico militar “cuando sucedía una cosa como esta, lo primero que se decía era: ‘algo habrán hecho’, y hasta hoy, me causa cierto pavor”.

Finalmente, a modo de conclusión, liberadora, José dijo: “quiero agradecer a las personas que están haciendo lo posible para reivindicar mártires, militantes, padres, madres, hijos. Nunca pensé que iba a llegar este momento, no hubiese sido por esas personas que ofrecieron su ayuda con amabilidad y responsabilidad para que estuviéramos acá con mi hermana para solucionar este tremendo hecho. Tuvimos la suerte de tener a nuestros papás vivos, y sabemos que otros no pasaron por lo mismo. Gracias por preservar la memoria, buscar la verdad y que se haga justicia”, concluyó.

 

El juicio continuará el jueves 9 de junio a las 9 horas. El debate en Bahía Blanca se puede seguir de manera presencial en Lavalle y Chiclana con presentación del DNI o a través del canal de YouTube de la Subsecretaría de Derechos Humanos: www.youtube.com/derechoshumanospba

Comentarios

Comentarios

comentarios