jueves, abril 25, 2024
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Qué hicieron los All Blacks en Buenos Aires: la sencillez de los mejores

En su día libre, el seleccionado neocelandés paseó por Buenos Aires y se prestó con amabilidad y buen humor a los pedidos de los fanáticos.

Dentro de la cancha infunden temor. Afuera se comportan como uno más. Los All Blacks están en Buenos Aires, pero lejos de encumbrarse en su condición de mejor equipo del mundo, irradian una sencillez que se trasluce en el trato con los fanáticos y, en definitiva, se corresponde con su forma de jugar: simple, pero frontal.

El martes, el jefe de prensa de la New Zealand Rugby Union había avisado que la conferencia de prensa con Kieran Read y Ben Smith se atrasaría 20 minutos. Ellos sólo tardaron cinco. De golpe aparecieron el mejor jugador del mundo para la IRB en 2013 y una de las últimas grandes apariciones de los All Blacks, en ojotas, para reírse ante varias preguntas de los periodistas de su país. Así viven, así son estas súper estrellas del rugby, que transmiten extrema sencillez y transparencia, y que el sábado ante Los Pumas, en La Plata, buscarán su tercer título del Rugby championship consecutivo.

Después de enfrentar los micrófonos, Read subió al lobby del Hotel Emperador, se sentó al lado de una chica y la saludó como si fuera una conocida suya. Relajado, lejos del imaginario popular que recae sobre los ídolos deportivos.

Durante esta estadía en Buenos Aires, los All Blacks se entrenan en el SIc, escoltados por ocho motos policiales. Una parafernalia digna de los Rolling Stones, el Real Madrid o el propio Lionel Messi. Dentro del ómnibus, los jugadores cargan a Steve Hansen, su entrenador, por su pasado como policía.

Así son los All Blacks, pero quienes los rodean intentan ocultarlos. Mientras ellos saludan a la gente, se hacen chistes y alguno le toma fotos a un compañero con un fanático argentino, la NZRU, la Unión Argentina y la Sanzar -entidad que agrupa a las uniones de Nueva Zelanda, Sudáfrica y Australia- enloquecen por alejarlos del público. Los quieren resguardar. Los quieren endiosar. No hace falta, todos saben quiénes son los All Blacks.

Muchos de los entrenamientos fueron abiertos al público. Luego de los mismos, se quedaron largo rato sacándose fotos y firmando autógrafos.

Ayer, en su día libre, los hombres de negro, recorrieron el centro de Buenos Aires vestidos como

chicos, con remeras de fútbol y básquet. Simples, relajados y dispuestos a pagar el peaje fotográfico impuesto por sus fans en la puerta del hotel, caminando por la peatonal Florida o haciendo shopping.

Read encabezó el primer grupo, que salió después de las ocho de la mañana. Más tarde siguieron Jerome Kaino, Liam Messam, Steven Luatua, Malakai Fekitoa y Aaron Smith, que abrió un mapa de Buenos Aires bajo el sol y arrancó a caminar hasta que lo llamó Kaino y lo subió a una combi para ir a las Galerías pacífico. Luego salieron los inseparables hermanos Ben y owen Franks, quienes dieron marcha después de una foto con un primera línea del club ciudad de Buenos Aires. Después, Sam Whitelock, Brodie Retallick y Sam cane.

Otros, como Mccaw, optaron por quedarse en el hotel.

La carne argentina, como cada vez que visitan nuestro país, entró en sus almuerzos y cenas, junto a todas las calorías que ingieren los deportistas de alta competencia. “Lo más importante es no preocuparse si no estamos al 100% desde el día que llegamos hasta el jueves. Desde ahí y hasta el partido, ya no hay lugar para excusas y tenemos que estar concentrados y enfocados.

El cuerpo sufre los viajes, pero si uno está relajado, logra concentrarse y sabe que para el partido va a estar bien”, reconocía Read en conferencia de prensa. Tan calmo como exigente. Todo a su tiempo. Los comentarios del octavo neocelandés se referían a que el vuelo que trajo a los All Blacks a nuestro país se demoró un día. Pasó del sábado al domingo. En ese retraso, sufrieron la baja de Aaron Cruden, que se pasó de copas la noche anterior y perdió el nuevo vuelo a la Argentina. La NRZU trató el tema con una transparencia visceral, ya que fue la que se encargó de comunicar la noticia el mismo domingo vía Twitter, y luego publicó un video con sus disculpas.

Hasta en el manejo de esos hechos, que aquí se intentarían ocultar, los All Blacks son únicos. El martes, a Ben Smith le habían consultado si creía que los Pumas pueden vencer a su equipo; “por supuesto, pero por favor que no sea este sábado”, dijo entre risas. Luego, Read desdramatizó una potencial caída en La Plata: “Nos quedaría un partido más para ganar el Rugby Championship, en Sudáfrica”.

Cuando salen a jugar, también lo hacen con simpleza. Pero lo hacen tan bien, que aun sabiendo qué van a hacer es imposible contenerlos. Los mejores, dentro y fuera.

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