miércoles, mayo 1, 2024
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Regiones enteras se volverán inhabitables por las olas de calor en las próximas décadas

Regiones enteras del planeta se volverán inhabitables en las próximas décadas por culpa de las olas de calor, que serán cada vez más frecuentes e intensas, advirtieron la ONU y la Cruz Roja este lunes.

Naciones Unidas y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) instaron, en un informe conjunto sobre los fenómenos de calor extremo, a prepararse para las olas de calor futuras y evitar así un importante número de muertos.

A menos de un mes de la COP27, que se celebrará en noviembre en Egipto, los organismos recordaron que, dada la actual evolución del clima, “las olas de calor podrían alcanzar y superar [los] límites fisiológicos y sociales” de los humanos en las próximas décadas, sobre todo en regiones como el Sahel y el sur y el suroeste de Asia.

“No queremos dramatizar la situación, pero los datos muestran claramente que el futuro es muy sombrío”, declaró Jagan Chapagain, secretario general de la FICR, en rueda de prensa.

Según el documento, existen límites a partir de los cuales los seres humanos expuestos a un calor y humedad extremos no pueden sobrevivir y a partir de los cuales las sociedades no son capaces de adaptarse.

Ciertas regiones podrían volverse “demasiado cálidas para que los humanos vivan en ellas, es una realidad a la que nos enfrentamos, estamos alcanzando esos límites”, insistió, citando como ejemplos el Cuerno de África y el Sahel.

Tales condiciones comportarán “sufrimientos y pérdidas de vidas humanas a gran escala, movimientos de población y una agravación de las desigualdades”, advirtieron las organizaciones.

El documento apunta que, en casi todos los territorios en los que existen estadísticas disponibles, las olas de calor constituyen el peligro meteorológico más mortífero.

Cada año, miles de personas mueren a causa de estas canículas, un fenómeno que se volverá cada vez más letal a medida que se acentúe el cambio climático, indican en el informe Chapagain y Martin Griffiths, jefe de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

Las olas de calor ya han provocado algunas de las catástrofes más mortíferas jamás registradas.

El informe recuerda que la ola de calor que azotó Europa en 2003 dejó más de 70.000 muertos, y que la canícula que vivió Rusia en 2010 mató a más de 55.000 personas.

Según el documento, los expertos prevén que las tasas de mortalidad vinculadas con el calor extremo sean muy altas, “comparables, en magnitud, a la de todos los cánceres, para finales de siglo”. (EFE)

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