jueves, abril 18, 2024
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Tragedia de Chapecoense: volvió a aparecer el “niño ángel”

Se creyó que había sido un ángel quien guió a los rescatistas hasta el avión estrellado. Un niño misterioso que se esfumó al poco tiempo. Hasta ahora.

Johan Alexis Ramírez es el protagonista de esta historia. Tiene 15 años y vive con su familia en un rancho a cinco minutos de donde cayó el aparato que dejó un saldo de 71 muertos.

Pero los seis sobrevivientes se lo tienen que agradecer a él, ya que por su guía los bomberos llegaron y salieron más rápido del lugar y pudieron mantenerlos con vida.

Según le contó el propio Johan al diario El Colombiano, de Medellín, él y su papá (Miguel) estaban acostados en el rancho que tienen en La Unión, cuando a las 21.54 escucharon un zumbido y enseguida una explosión, pero se enteraron de lo ocurrido por televisión. Fue cuando salieron a la fría noche a buscar el lugar del accidente.

“Ya había algunos bomberos y policías cuando llegamos. Comenzaron a sacar a los heridos pero estaban abriendo trocha hacia el morro y así era muy demorado, así que les dijimos que había un camino más fácil y más rápido”, relató el joven héroe.

Él y su papá guiaron entonces a los rescatistas y bomberos por otro camino que conocen muy bien, entre cultivos de tomate, fijoles y arvejas y que sale directo a la ruta. “Ya estaban saliendo con Alan Ruschel, y le dije a un bombero que conocía el camino. Los acompañé y volví corriendo donde estaban los policías para decirles que teníamos uno de los heridos”, detalló Johan.

“Hubo uno al que cargamos unos diez o quince metros pero murió, no alcanzó a llegar a la ruta”, contó después tristemente. Y reveló por qué después desapareció: “Subíamos por más heridos cuando cerca de las 2 de la mañana un policía nos sacó mal sacados. Nos dijo que nos fuéramos, que quién sabe con qué intenciones habíamos ido. Un bombero discutió con él y le dijo que estábamos colaborando. Para evitar problemas, nos fuimos”.

Johan Alexis vive con su papá Miguel, su mamá (Miriam) y su hermanita Jessica, de cinco años. “Estaba muy cansado pero no pude dormir. Me dio mucha satisfacción ayudar a salvar vidas y nunca lo hice para ir a buscar objetos materiales”, cerró el joven. Que sí terminó siendo un ángel para muchos. (TN)

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