martes, abril 23, 2024
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Del presentimiento a una conmocionante sorpresa

Ignacio Hurban decidió hacerse los estudios de ADN a partir de las dudas que tenía sobre su identidad; ayer le contó sorprendido a sus amigos que era el nieto de Carlotto.

“Soy el nieto de Estela de Carlotto”, le dijo ayer a uno de sus amigos más íntimos el pianista, arreglador y compositor de Olavarría Ignacio Hurban. “Él estaba sereno. Lo que le preocupaba a Pacho’ -tal su apodo- es cómo les iba a afectar la noticia a sus padres, los que lo criaron, porque se iban a enterar por televisión”, contó el amigo a LA NACION.

No fue un dato preciso, tangible, lo que llevó a Pacho, de 36 años, a albergar dudas sobre su identidad. Sólo lo sintió y decidió hacerse los estudios de ADN. Fue hace alrededor de dos semanas cuando finalmente resolvió hacerse los análisis, contó el amigo. “Le dijeron que iban a tardar tres meses -añadió-, pero le dieron los resultados a los diez días. Lo tomaron por sorpresa.” Tanto que casi no tuvo tiempo de avisarle a nadie.

Casi todos sus amigos se enteraron por televisión. “Nos estamos llamando entre todos. Fue una sorpresa total. Ni siquiera sabíamos que era adoptado”, dijo otro de sus amigos íntimos a LA NACION.

El nieto de Estela de Carlotto, hijo de Laura Carlotto, pensaba que había nacido en 1978, en Olavarría. Fue criado en un paraje rural cercano, llamado Colonia San Miguel. Lo criaron Juana y Clemente Hurban.

“No es parecido a Juana y a Clamente. Tiene la cara larga, puede ser parecido a la foto de Laura que mostraron por televisión”, dijo Oscar, un vecino de Loma Negra, la localidad donde hasta ahora vivió Ignacio.

El joven pasó su infancia en un campo propiedad de Francisco Aguilar -donde Clemente trabajaba como peón-. No tenía hermanos. Estaba mucho tiempo solo, leía: en su casa había una nutrida biblioteca.

“Es el intelectual de la barra. Nos recomienda libros, escribe muy bien. Es muy solidario, muy querido, y nos ayuda cuando hay que escribir”, contó otro de sus más queridos amigos.

Además, dijo, es un hincha fanático de River Plate -cuentan que “realmente estuvo muy mal cuando se fueron a la B”- y es dueño de un sentido del humor muy afilado. Está en pareja con Celeste, una diseñadora con la que planea casarse.

Los que lo conocen contaron que cursó el secundario en el colegio industrial, donde obtuvo el título de maestro mayor de obra; luego estudió música en el Instituto Municipal de Música de Avellaneda (IMMA) y en el conservatorio Ernesto Mogávero, de Olavarría, donde ahora es profesor de la materia Piano armónico.

Además, es director de la Escuela Municipal de Música de esa ciudad y pianista de la Orquesta Errante, un grupo de 15 músicos de distintos lugares del país dirigidos por Valentín Reiners, que abordan un repertorio jazzístico.

Pero el universo de este músico admirado por sus pares excede el jazz: aborda, además, la música popular, el folklore, la fusión. Durante su carrera, tocó con Liliana Herrero, Emilio Romero, Raly Barrionuevo, Carlos Aguirre, Carto Brandán, Jerónimo Carmona, Sergio Verdinelli, Francesca Ancarola, Adrián Abonizio, el saxofonista barítono inglés George Haslam y el bandoneonista italiano Paolo Rossi, entre otros profesionales.

Verdinelli, Aguirre y Barrionuevo participaron en su proyecto “Mujeres argentinas x hombres argentinos”. Herrero y Romero, en otra de sus iniciativas más conocidas: la banda Musa Rea, que tomó su nombre de un poema lunfardo de Julián Centeya.

En 2010, el grupo presentó el disco. Una de las canciones de ese disco, compuesta por el nieto de Carlotto, se llama “Para la memoria” y dice: “Si lapidando al poeta / se cree matar la memoria / qué más le queda a esta tierra / que va perdiendo su historia”.

¿Fue obra del azar esa coincidencia? Él no lo sabe. Lo cierto es que, según sus amigos, no sospechaba nada cuando la escribió. Sólo la escribió porque le interesaba el tema. El mismo motivo, y la oportunidad musical, lo llevó a participar del ciclo “Música por la Identidad”, que justamente organiza Abuelas de Plaza de Mayo.

“Él no tenía idea de esta realidad cuando participamos de ese ciclo. Sentía afinidad por el ciclo de música por la identidad, como todos nosotros”, dijo un músico y amigo.

Además, en la red social para músicos y aprendices prezi.com, Hurban subió una melodía para un proyecto de composición grupal y de improvisación.

Además, en su página web subía escritos como ensayos sobre el jazz, la música en general y en los últimos años sobre la memoria y los horrores causados por la última dictadura.

Había ganado respeto de la comunidad musical y la Municipalidad de Olavarría lo incluyó como pianista y programador musical en los actos del 9 de Julio que se realizaron en el principal teatro de esa ciudad.

También actuó con su grupo junto a la Sinfónica Municipal, varias veces, en marzo de 2000 presentó el espectáculo de música latinoamericana Fusión latina.

En el marco de este espectáculo se estrenó la obra “Americana Sinfonía”, obra de estructura sinfónica para un ensamble de músicos que constaba de 2 trompetas, 2 saxos, 1 trombón, 2 guitarras, bajo, flauta, 4 percusionistas y piano.

En junio de 2001 estrenó en el teatro municipal de Olavarría la obra de su autoría Entre gallos y medianoche, para quinteto de saxo, bajo, guitarra, batería y piano.

Junto con el cantante Gustavo Angelini forma el dúo de tango 2xtango destinado a interpretaciones de tangos clásicos, con este dúo graban dos discos 2xtango (1999) y Lamentablemente (2000); además realizaron conciertos en el circuito tanguero de Buenos Aires.

Tocó algunos años con el ensamble de música popular Meridiano 58, donde se desempeñó como pianista arreglador y compositor y grabó su disco “Tiempo y forma”.

Actualmente, junto con Facundo Barreyra, es uno de los encargados de Jazz del Sur, una asociación para la difusión y producción de eventos de Jazz en Argentina.

En ese marco, participa como pianista y compositor de 3+1, cuarteto de jazz con el cual supieron ser anfitriones de Jazz+Jamm, además de una nutrida agenda de conciertos en Capital.

Incluso, con una de sus formaciones se presentó en Además, Hurban compuso la música para el spot “Adultos mayores”, que pudo verse en los canales de TV.

Ahora, según uno de sus amigos, no piensa viajar a Buenos Aires. “Seguramente quiere conocer a Estela, pero necesita acomodar su cabeza”, dijo un hombre que ayer estaba en la humilde casa de Ignacio en la localidad de Loma Negra.

“Ojala que no se mude. Es un una bellísima persona”, dijo otro vecino.

El nieto de Estela de Carlotto nació en cautiverio en 1977 en un centro clandestino de detenciones en La Plata. Es hijo de Laura Carlotto y Oscar Montoya. Pero fue criado como Ignacio Hurban en la localidad de Olavarría.

ACTUALIDAD

Es hincha de River, hoy tiene 36 años, está casado y es pianista. Actualmente se desempeña como director de la escuela de música “Hermanos Rossi” de Olavarría.

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