jueves, abril 25, 2024
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El vientre de una serpiente de coral albergó otra especie desconocida durante 42 años

 

Los científicos acaban de descubrir una nueva especie de ofidio procedente del oeste de Chiapas (México), pero lo más curioso es que este hecho se podría haber certificado hace 42 años, ya que fue en 1976 cuando atraparon una gran serpiente de coral venenosa que albergaba ese ejemplar en sus entrañas, informa National Geographic.

Esa criatura, descrita recientemente en un artículo del Journal of Herpetology, ha sido denominada ‘Cenaspis aenigma’, la misteriosa serpiente de la cena, cuyas características físicas la distinguen de sus parientes: desde la forma de su cráneo hasta las escamas debajo de su cola o el recubrimiento de su órgano sexual masculino.

En función de ciertas características de su esqueleto y sus dientes, es probable que esa especie se alimente de insectos y arañas pero, como hasta el momento no se han encontrado ejemplares vivos, resulta difícil saber muchos datos con exactitud, detalla Jonathan Campbell, herpetólogo de la Universidad de Texas en Arlington y director del equipo de investigación.

El espécimen hallado era un macho adulto que mide 258 milímetros de largo. Según los especialistas es probable que perteneciera a un tipo de serpientes que pasan gran parte de su vida bajo tierra. (RT)

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