viernes, marzo 29, 2024
Sociedad

Escuelas técnicas: ¿más y mejor trabajo una vez que se termina la secundaria?

 
Hay pocas certezas respecto al futuro del trabajo o, más bien, al trabajo del futuro. Una de ellas, en la que casi hay unanimidad, es en que se necesitarán perfiles técnicos para fortalecer y ocupar los puestos vacantes en las aclamadas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).

Una investigación reciente, “Cómo incide el titulo técnico en la inserción laboral de los egresados”, dio cuenta del fenómeno que ya hoy existe. “Pudo observarse que los egresados ETP se encuentran en una posición ventajosa con respecto al universo total de los egresados”, dijo a Infobae Mariana Sosa, la autora del estudio, becaria doctoral del CONICET y especializada en el área.

En el cruce de datos con la Encuesta Anual de Hogares Urbanos, encontraron 14 puntos más de participación en el mercado laboral por parte de los egresados técnicos. Asimismo, reflejaron menor tasa de desocupación, mayor cobertura en puestos calificados, una leve ventaja en relación a la calidad de los empleos a los que acceden y 2 puntos más en trabajo formal.

Las mismas ventajas en inserción laboral se mantienen al separar la información por sexo. Más y mejor trabajo para los varones y mujeres que recibieron una educación técnica. Hacia adentro de cada grupo, al igual que en el mercado de trabajo general, los varones presentan mayor acceso.

De acuerdo con Leandro Goroyesky, director ejecutivo del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET), hay tres diferenciales que destacan al alumno técnico. “Por un lado, adquieren competencias reales y prácticas. Por otro, reciben una orientación específica en un campo puntual. Y, por último, están las prácticas profesionalizantes, que conectan al chico con el mundo real del trabajo”, puntualizó.

Los egresados de ETP también presentan ventajas con respecto a su orientación luego de finalizar la secundaria. Son los que más estudian y trabajan al mismo tiempo (34,4%) y solo el 5,5% pertenece al universo de los ni-ni, jóvenes que no están en la educación superior ni tienen un trabajo.

Sin embargo, no todo es color de rosas. Por más que el 81,9% ocupa puestos de mayor calificación que el resto de los egresados, una encuesta del año pasado del INET descubrió que el 55,8% trabaja en áreas que no guardan ninguna relación con la especialidad que estudió. “Estamos en un proceso de redefinición por la revolución tecnológica que hay. Las orientaciones tienen que estar acopladas a la demanda laboral”, sostuvo Goroyesky, quien también manifestó la intención de extender la cantidad de escuelas técnicas en las ciudades de mayor densidad poblacional.

Asimismo, su tasa de graduación es del 40%; por debajo del promedio. En el menor índice interfieren distintos factores: su mayor extensión por las prácticas profesionalizantes, la doble escolaridad por los talleres a los que deben asistir los alumnos y la mayor dificultad que suele suponer por tener más horas de materias duras.

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